domingo, noviembre 20, 2005

Día 2: Martes 01 de Noviembre de 2005

Ya estoy sobre tierras japonesas! Ahí va una foto de una cordillera del norte (lástima que llegué tarde y no salió un volcán)






Ale, tomamos tierra y lo primero que veo es un reloj de de 10 metros de diámetro a un lado de la pista con la hora local, muy curioso. El aeropuerto también me parece pequeño, pero luego resulta ser bastante grande. Creo que estoy acostumbrado a Barajas, que puede parecer grande pero más que nada porque es un jodido desastre :-). Ya hemos llegado, pasamos por la primera cinta transportadora, y:






Que me ponga a la izquierda!!! Tíos más raros. Pasamos por unas cuantas, y primera parada en el servicio. A ver si encontráis la diferencia:






Pues sí, los urinarios son “un poco bastante” bajos, pero mazo vamos. Para mí no es problema, porque puedo apuntar y tal, pero para un japonés en España… Fijo que lo tiene que hacer saltando o algo así. Me limpio las manos con una porquería de jabón que huele que apesta, y no entiendo la razón de que el secador esté justo al lado de la pila, EN LA MESA APUNTANDO HACIA ARRIBA. Leñe, que me escupe el agua de mis manos a la cara joer!!! De todas formas no seca una mierda, así que me seco las manos en el pantalón:-).

Para pasar al siguiente a la siguiente pantalla, hay que coger un trenecillo y así llegar a la frontera, y de paso veo un jardín zen:









Ahora me toca rellenar un documento con la información de mi llegada al país. Un señor mayor muy majo de desvive por ayudarme, al ver que soy español me dice algo en “supaingo”. Me sigue ayudando y de repente ve que en mi pasaporte pone que voy a trabajar en “Asahi Kasei”. A partir de ahí dejo de ser el Sr. Español para ser el Sr. Asahi Kasei, me cuenta que es una compañía muy importante en el país y que soy muy bien recibido… Por ahora todo es más o menos normal, nada realmente sorprendente. Ale, ya he pasado la frontera, ya estoy oficialmente admitido en Japón. Primera vista:






Voy a por la maleta, y ME CAGO EN TO LO QUE SE MENEA, me han jodido la maleta que me regaló Nerea. Cago en toas sus muelas. Ale, ahora a reclamar a los japoneses, o flipo yo o flipan ellos :-). Antes de montar el pollo, tengo que llamara la compañía para decir que estoy vivo y que ya tengo localizado el autobús que tengo que coger, pero claro no tengo monedas.

Prueba 1: Pregunto a la de información donde cambiar el billete por monedas, y en un inglés bastante raro me dicen lo que tengo que hacer. No encuentro la máquina que me ha dicho, bueno, puede ser esa de ahí, pero no entiendo una mierda, así que hago mi primera compra en Japón para cambiar los billetes y así tener monedas para llamar. Una botella de 200 ml por la asombrosa cifra de 1€. Un poco carillo, pero ya tengo agua y monedas. Llamo a Owa-san y le cuento mi vida.

Prueba 2: Ahora toca preguntar otra vez a la de información donde está el mostrador de Scandinavian Airlines. Me lo cuenta, no me entero muy bien, paso de ella, me voy a mi bola, y encuentro el sitio. Vale, está cerrado. Cartelazo en Japones ilegible con una flecha a la izquierda indicando 50 metros y otra a la derecha indicando 150 metros. Cojo la izquierda que está más cerca. Intento fallido, no veo nada. Ale, para el otro lado. Sí! Ahí está. Cuento mi vida otra vez, llaman a otra persona, mientras

Prueba 3: compro el billete de autobús para Hon-Atsugi Station. Ya lo tengo (ha sido fácil), isgo con la prueba 2, llega la responsable, poca idea de inglés, nos volvemos locos para entendernos. Me empieza a contar que les tengo que enviar la maleta para que me la cambien por una nueva, le digo que ni por putas (“not even by biches”) que la tengo especial cariño y que me la arreglen o a ver que pasa. Llega otra, le vuelvo a contar mi vida, esta tía si que sabe inglés. Me dice que no hay problema que me van a mandar una nueva maleta “by the face" (Genial, esta se vuelve llena de transformers :-)). Me pide la dirección de donde voy a estar, claro yo ni idea. Ale, vuelta a llamar a Asahi Kasei y pregunto la dirección, bueno mejor las pongo a ellas que hablen entre ellos. Ya me empieza a sorprender el tonillo de sus conversaciones: “sdoadjlkasdja-suneeeeeeee” todo el rato, parecen subnormales, pero en el fondo me mola :-). Prueba superada, ahora me queda comprar adaptadores de enchufe.

Prueba 4: pregunto otra vez a la de información que ya está hasta los ovarios japoneses de mi, me dice donde puedo buscar. Doy una vuelta de reconocimiento, evidentemente no me entero de nada por los carteles, son una amalgama de letrujas (por llamarlo de alguna forma) en colores chillones. Miro por los escaparates, y en una tienda veo algo parecido. Entro, pregunto y me dicen que ahí no, que en la siguiente tienda. Pero la siguiente es un KIOSKO….mmmm, bueno pos nada, a la siguiente. Pregunto si entienden inglés y me dicen que si. Consigo los adaptadores (3 por 950 yenes, unos 12 €). Otra prueba más. Ahora a coger el buseto.

Antes de cogerlo, me quedo vagando por el aeropuerto, viendo la cantidad ingente de pantallas planas de tamaños absurdos que hay por todos los lados. Pero está todo en Japo y no me cosco. Empiezo a fijarme que casi todas las japonesas son realmente feas. Que tristeza para la vista, es que no hay por donde cogerlas (supongo que en el más puro sentido argentino de la palabra). Piernas cortas en relación al cuerpo, culo aplanado de forma exagerada (anda mira, una que no, debe ser algo raro), nada de pecho, cintura rara, dientes horribles... Además se cae el mito de que les molan los extranjeros, no me mira ni cristo, a lo mejor es que tengo tal cara de toly que se dan cuenta :-).

Prueba 5: llegar a Atsugi. Llega el autobús a la parada 9, me pongo a la cola, pero claro, hay 3 colas. Flipo en colores, hasta que veo un letrero con 3 columnas, una de ellas en verde y con los kanji de Hon-Atsugi, y la gente de las otras dos colas no se mueve. Deduzco que por esa parada pasan 3 autobuses, pero claro, a ver si me sacan una katana por colarme… Total que pregunto al menda de delante si habla inglés y que si puedo pasar. Me dice que si, mu majo el chaval, y ale, p´arriba. Antes tengo que dejar las maletas en el maletero del autobús, pero esta gente lo tiene bastante mejor que en España. En España simplemente metes la maleta y confias en que nadie te la vaya a coger… aquí te dan un resguardo con el que luego la reclamas.






Según me siento, un cartel en japo. Hombre, este no está en Kanji:






Shiito beruto o oshime kudasai, que por favor que abroches el cinturón de seguridad (seat belt = seeto beruto, acojona eh?). “Venga Vamonos” según el horario a las 16:15 estoy en Atsugi. Veo a un tío todo uniformado limpiando entusiastamente una limusina (estos si que se lo curran de verdad) y unos guardias de tráfico perfectamente uniformados. Vamos de paseo “la la la” (que estamos en japon”, en un buseto nuevo “la la la”. Empiezo a ver coches toyota, nissan y camiones isuzu en todos los lados. Estos coches están ya medio tuneaos de fabrica, y hay cada horterada… pero los camiones se llevan la palma. He visto un camión MORADO con multitud de CROMADOS y con los bajos en plan deportivo, y lo utilizan para LLEVAR GANADO!!! Y se quejaba Asterix de los romanos… Además este autobús, que tiene pinta de ser antiguo, tiene teléfono y cuarto de baño.









Me fijo que algo tan tonto como las torres de los tendidos eléctricos tienen una pinta completamente distinta a las que tenemos en España, estas tienen pinta de ser seguras, en serio :-). Estamos llegando a Tokio, como era de esperar no se ve un pijo porque está plagado de edificios. No veo ningún edificio que se pueda calificar de Rascacielos, pero creo que de los que estoy viendo (estamos pasando por Shinjuku) la media debe estar en unas 35 plantas. Ey mira! Esto me suena de algo :-)







Además tienen una PEDAZO DE NORIA enoooorme. Luego veo otra igual, pero son enormes, a ver si cuando vuelva a Tokio las fotografío. Ahora me estoy empezando a sobar, se ve que en el avión no he dormido lo suficiente, pero claro, estoy acojonao, a ver si me duermo y me paso de la estación y entonces la hemos liado del todo.

Al final me he quedado sobado unos minutos, pero ya estoy despierto otra vez. Parece que ya hemos pasado Yokohama, y debemos estar yendo hacia Atsugi, que bien, pero… pero si esa es la torre ande voy a currar:






Joer, que ya estamos en Atsugi, son las 15:45, pues a la porra el mito de la puntualidad Japonesa, se han adelantado :-). Empiezo a ver una cantidad ingente de tiendas y sobre todo de bicicletas de paseo… Bueno el autobús que se para y yo que no encuentro el resguardo de las maletas, que tipico en mi :-). Vale al final lo encuentro me dan las maletas… y no hay nadie esperándome. Vale, pues nada a esperar. En 5 minutos aparece Yoko Ono, digoooooo Takako Nakazawa, que es la chica que se ha estado pegando conmigo por emilio todo este tiempo para preparar las cosas. Vamos andando hasta el otro lado de la estación pasando por un centro comercial con bastante gente, pero que no llega al nivel de la calle Preciados. Vamos a coger un Taxi, primeras impresiones: el japo me lleva unos guantes blancos impolutos, el maletero y los asientos están cubiertos con fundas también impolutamente blancas, y el coche está en general limpísimo aunque sea viejo. Eso es algo que me he estado fijando en todos los coches de la carretera. No he visto, o no me ha parecido ver, ningún coche sucio. Puede ser que algunos fuesen viejos y estuvieses desgastados, pero muy limpios. Pues el taxi igual, modelo viejo pero te metes dentro y da gusto. Ale, me toca pagar el taxi, me dice todo me será devuelto (ya ya, pero soy yo el que paga…:-)). La habitación está bastante bien, la verdad es que me había preparado para algo mucho peor, luego haré fotos. Primera cagada, me meto con los zapatos puestos, y me dice Takako que me tengo que quitar los zapatos… Que cabeza la mia :-). La verdad es que se hace raro estar con una japonesa en una habitación descalzos y arrodillados en el armario… para enseñarme como funcionan los electrodomésticos, que mal pensados joer. Lo que más me mola es que me veo que aquí se puede traer a cualquiera… porque no hay nadie que controle nada. Aquí tú entras, te subes las escaleras hasta la habitación 321 (que es la mía) y entras y nadie te dice ná. De todas formas ya os lo confirmaré por si os queréis venir, porque supuestamente está prohibido, pero a ver acabo de estar en la habitación 1 hora con una tía, cualquiera se pensaría otra cosa. Lo único es ver si hay algún chivatillo en la empresa que luego diga, pues el Jose se ha traído a un colega que está ahí acoplado.

Bueno, ahora para la empresa. Vamos a pata por calles típicas de chinatown en serio. Mogollón de cables por todos los sitios y a lo lejos unos carteles luminosos. Yo estúpido de mi le pregunto a Takako que si ese cartel (uno que ponía Magic Broom) es una discoteca. Ella se avergüenza y me dice que no… que es un sitio donde se va a veces… ah vale, que es un “love hotel” de esos. ¿He dicho uno? Leches, hay como 15!!! Se ve que hay mercado.

Bueno ya estamos en el edificio Atsugi ATX Main Tower y nos vamos a la planta 22. Me empieza a presentar a todo el mundo: japoneses, coreanos, italianos, un español, francés, japonesas… evidentemente no me voy a acordar de un solo nombre :-). La verdad es que todo el mundo parece simpático, excepto un chico japonés que se llama Tamura o algo así y que el tío es lo más raro del mundo. Me pongo a toquetear por ahí, veo que hay un manual de Python y me pongo a mirarlo para matar el rato, Owa-san me dice que mande un email a mis conocidos desde la cuenta de la empresa. Le cuento que mi madre no tiene mucha idea de usar el ordenador y que la tengo que llamar por el Skype. Él me dice que por favor use el teléfono móvil. Me parece una pasada gastar una llamada así, pero… mierda ahora son las 5 aquí, así que son las 11 en casa, mi madre no está. Así que mando un correo a las cuentas que me acuerdo de memoria (porque mi portátil se ha quedado en la habitación). Me cuentan además que no voy a tener Internet hasta dentro de 10 días… A ver como me las arreglo… Después de estar un rato por ahí los italianos me dicen que tengo que irme a cenar con ellos “ramen”, que es una tradición. Acepto sin ningún problema.

Y aquí empieza una nueva temporada de “Verano Azul”, de repente me encuentro en la bici de uno de los italianos (Marco… al mono todavía no lo he visto) que me la deja (y el se deja los huevecillos en la parte de atrás de la bici del otro Italiano, Emmanuel). También tenemos a “piraña”, que es el holandés Randy. Yo me voy descojonando por la calle por la situación y cantando mentalmente la banda sonora de Verano Azul :-) (nana nana nanana, nana nana nanana…). Después de un ratillo llegamos al restaurante de ramen. Está bien esto de ir con gente que ya sabe algo de Japonés y que sabe leer algunos kanji. Me explican como funciona una máquina que hay en la entrada, que es donde se realiza el pago de lo que quieres cenar. Pues ale a zampar. El único que no sabe comer con palillos es Piraña (que putada… :-)), y la verdad es que me encanta el ramen. Nos contamos un poco nuestras vidas y nos volvemos Marco, Emma y yo, porque Randy se va al supermercado a comprar algo. Pa mi que como no se ha acabado el ramen porque no sabía comer con palillos (aunque diga que tiene el estómago pequeño…) y se ha ido a comprar más zampa.

Marco me dice que si quiero aprender japones hay clases gratis y un sitio donde se puede ir a estudiar. Le digo que me parece genial y que le sigo donde me diga. Marco lleva aquí solo un mes, con lo cual no conoce todavía mucho de Japón ni del japonés. Emma por el contrario ya lleva aquí 10 meses y en Enero ya estará en Italia. Randy llegó el Viernes, así que me intentaré juntar un poco con los nuevos para estar al mismo nivel.

Ya estamos en el edificio de las habitaciones. Le pido a Emma que si luego me puedo pasar más tarde para conectar mi portátil y llamar por skype a mi mater. Ningún problema. Pues ale a deshacer las maletas.

Paso 1: la habitación tal cual llego y me quito la ropa






No está mal.


Paso 2: en medio de todo el lío






Esto ya se parece más a mi cuarto :-). Esta es la cama que tengo. Parece normal pero… solo es una especia de manta gorda encima de una tabla, pero parece cómoda en serio.







Pongo la tele. 12 canales, todo en Japo :-). Y de repente ANUNCIAN BLEACH!!!!! Siiii, mi primera noche y ya veo Bleach en la tele. Genial, no me entero de nada de nada, pero como había leído los comic manga sé de qué va. Me mola mazo esto de ver la serie en directo con los anuncios japo y tal, aunque supongo que será por la novedad. Bueno cuando acabo de ordenar todo (sí, he dicho ordenar, ya sé que es raro en mi) me encuentro tirado en la cama a las 9 de la noche y realmente cansado. Me quedo sobado.