lunes, enero 09, 2006

Día 51: Martes 20 de Diciembre de 2005

Hoy nos hemos ido después del curro a cenar con Ko, un koreano que se va mañana de vuelta a su país porque ya ha terminado su internado aquí. Mientras Christian y yo esperamos a los demás, nos damos una vuelta por el mercado. He hecho una foto de las manzanas japonesas que venden aquí. Fijaros en el tamaño, son más grandes que puños.


Al final después de intentarlo en dos sitios distintos hemos acabado en un italiano, manda huevos. La comida italiana en el restaurante, para variar, tiene un saborcillo sospechosamente raro… Estos tíos no saben copiar los sabores o qué???

El sitio está lleno de gente joven, especialmente de chicas de colegio que están montando un escándalo curioso cuando menos. También es curiosa la bebida que puedes tomar aquí, agua blanca (ahorraros los comentarios…), verde, púrpura, y ya lo peor es cuando nos da por empezar a mezclar todos los colores para al final obtener “Eau de KK”, pero lo peor es que sabe bien :-D.

Después de la cena nos intentamos ir a un arcade donde tienen el típico espacio con una máquina que lanza pelotas de béisbol para que las atices! Pero desafortunadamente está cerrado, así que al final acabamos, cómo no, en otro arcade con la máquina del Taiko.

Como es el último día de Ko, Joanne ha decidido que nos hagamos todos unas fotos en los fotomatón que crecen y se multiplican en los arcades japoneses. Yo estoy jugando al Time Crisis 3 y Álvaro está haciendome compañía (que estoy muy solito!), así que nos quedamos hablando. Me empieza diciendo que si tengo mucho vicio con el jueguecito, y le empiezo a contar que mis comienzos fueron hace muchos años ya, cuando en el San Agustín veía a “los mayores” jugando a la máquina. Y aquí viene lo fuerte, no sólo resulta que Álvaro ha estudiado en la misma Universidad que yo, sino que también estudió en el mismo colegio que yo! Estoy sí que es una coincidencia de la leche!!!

Después de que me acribillen nos vamos a hacer las fotos. La máquina de marras funciona como sigue. Obviamente metes las pelas, y tienes un par de minutos. Durante esos dos minutos ves en una pantalla la escena que vas a fotografiar, así que empiezas a poner caras estúpidas y cuando quieres seleccionas “hacer foto”. Después de eso tienes unos minutos para seleccionar las fotos que has hecho y agregarlas efectos: nombres, estrellitas, corazones, lazos, lo que quieras. Depués de que se consuma el tiempo seleccionas el formato en el que quieres que te salga. En función del número de copias que quieras las fotos son más pequeñas…

El resultado tendría que escanearlo y no creo que quede bien, pero yo me parto el culo. Me ha gustado la idea, solo que con una cámara en un cuarto haces lo mismo y tienes las fotos con un tamaño aceptable ;-). Ahora me cambian el nombre y me dicen que soy como Jim Carrey…