sábado, noviembre 26, 2005

Día 13: Sábado 12 de Noviembre de 2005

Oigo ruidos en la calle, jodios kodomotachi, todo el día haciendo ruido. Que les den, yo sigo durmiendo. Suena el timbre, y quién pelotas es ahora? Me cojo la manta y me la enrollo alrededor de las piernas para taparme las partes nobles y… es Piraña. MIERDA, se me ha olvidado avisarle que ayer estuvimos en el karaoke hasta las 5 y que Pedro es el que peor estaba… Le veo al tío todo pertrechado con sus botas, su mochila, su camiseta… le faltaba el sombrerito tirolés :-). Le comento la historia, le pido perdón, le doy el teléfono de Pedro y me voy a dormir. DIOS, que sueño tengo, me siento como un zombie. No puedo dormir, los niños no me dejan volver a coger el sueño (nota mental: matar a Randy).

Pues ale para arriba. Me paso a ver si Randy ha llamado a Pedro y así saber si el plan sigue en pie. No ha llamado… que mal que huele en casa de Randy por cierto! Ya podía haber comprado un ambientador como hice yo, que ahora tengo dos, uno permanente y otro de aerosol para momentos “puntuales” (y hasta ahí puedo leer). Me empieza a contar que se ha ido al edificio que le comenté ayer que había estado (el que parece un puente y que según Takako es un edificio para celebraciones, en plan bodas, cenas de empresa y tal) y me empieza a vacilar que no está tan lejos, que ha tardado poco en llegar… Al final le meto un ‘yoya’, encima de copiarme las ideas me vacila :-D. No sé como pero sale el tema de la colada… pues es el momento perfecto para hacerla, como hasta las 8 (que he quedado con Kinya y los demás) no hay nada que hacer, me da tiempo ha lavarla y secarla en la secadora. Creo que Randy ya la ha hecho, le pregunto si sabe como funciona. “Pulsa ahí y ahí”. Vale cojonudo, no tiene ni idea, y no sé como seleccionar el agua fría para limpiar. Le digo que voy a coger la PDA y ha hacer un documento con las traducciones. No sé que parte de “voy” interpretó como “vamos”, así que le tengo aquí pegado un buen rato. Nos hartamos de las traducciones escuetas de la PDA y al final pulso los botones de “encender” y “comenzar”, a la porra. En cuanto empieza abro la máquina y compruebo que el agua está fría. PERFECTO. Entretanto vemos a Beowys (otro de los chicos que ha quedado para jugar a los dardos) que nos cuenta que han quedado a cenar a las 7 que si NOS apuntamos, a lo cual contestaMOS afirmativamente, así que Randy de esta forma se a agregado al grupo. Pues nada, de vuelta a la habitación.

No sé que hacer, puede que estudiar un poco… mejor voy a miar lo que podemos hacer mañana en Ginza. Saco mi súper guía de Tokio y me pongo a leer toda la historia del barrio, que la verdad resulta interesante. Resulta que Ginza significa “valla de plata” y que el barrio ha pasado por varios desastres: Se les queman las casas, bueno pues copiamos a los europeos y las hacemos de ladrillo. ¿Si?, pues ale, terremoto que te crió y se caen todas otra vez. Pues las diseñamos de nuevo con mejores medidas para que no pase nada. ¿Si? Pues venga bomba atómica que te tiro. Así que el barrio tiene su historia. Es el barrio de compras más caro, como la C/ Serrano en Madrid pero supongo que a lo bestia.

Mi colada ya debe estar lista, así que salgo (ODIO TENER QUE QUITARME Y PONERME LAS ZAPATILLAS CADA DOS POR TRES!!!) y cambio la ropa de la lavadora a la secadora. Ahora a comer. Preparo una cantidad descomunal de arroz (que luego aliñaré con una cantidad no menos descomunal de salsa de soja por supuesto) y preparo la sartén para freír las empanadillas. Hago una primera prueba con las empanadillas… perfecto, ya lo tengo dominado. Pues he estado comiendo todo viendo un programa realmente extraño en la tele.

El programa empieza como una competición de “Balón Prisionero”, pero ya me empieza a mosquear que al principio ponen todas las reglas en plan con animaciones 3D y con actores japoneses (DIOS, MIRA QUE SON MALOS), no debe ser algo usual en la programación… Después del partido, empieza una movida que perfectamente podría rayar la paranoia. Los mismos tíos que han ganado el partido aparecen vestidos de equipo de béisbol, pero el campo en lugar de 4 bases tiene solo 3, EL PITCHER TIRA UNA PELOTA DE FUTBOL, Y USAN COMO BATE LA PROPIA PIERNA. Así que es como un fut-beisbol o algo así. PERO LO PEOR ESTÁ POR VENIR. Empiezan a aparecer tíos japoneses disfrazados de gente famosa como por ejemplo un luchador de K-1, uno de sumo, Bruce Willis (que era para verlo :-D), etc. Y empieza una chorrada típica de humor amarillo. Luego todo cambia otra vez, salen unos tíos jugando al voleibol… Supongo que si entendiese japonés os podría contar más, pero la cara que pondría no sería ni la mitad de graciosa.

Son las 4:30, me voy a sobar. Así luego me levanto y puedo ir a hacer algo de compra antes de ir a cenar. Que bien se está durmiendo. Suena el timbre, me despierta de mi plácido sueño. A ESTE RANDY LE MATO. Ah no, que es Jason. Me cuenta que si voy a hacer algo, le cuento el plan y “personas++”. Son casi las 7, quedamos en 10 minutos, lo suficiente para coger la ropa de la secadora (seca-qué? Pero si sigue húmeda), colgarla del tendedero (a continuación está el resultado de la ropa colgada en la cosa rara que usan aquí), me cambio de ropa, me adecento (NO ME AFEITO QUE LUEGO ME CORTO) y salgo para fuera. Avisamos a Randy y nos vamos a la estación.





Vamos a cenar a un sitio especializado en curry porque al parecer ponen la comida más picante jamás vista, y eso que Beowys está acostumbrado (es coreano). Al parecer pides la comida y luego el grado de picante que quieres. De 1 a 10… Jason y yo ya estamos pensando en el grado 10 (a Jason también le encanta el picante). Beowys nos avisa que él ha probado el grado 3 y que ya pica bastante. Flipamos. Antes pasamos por un cajero automático, bueno un cajero, aquí cuando vas al banco parece ser que les sobran las pelas, porque vas a un MULTIcajero, y si no mirar la foto:






Como 6 cajeros en el mismo sitio. Al final nos pedimos el grado 5. Yo no tengo casi hambre, porque he comido hace poco y he comido UN MONTÓN, pero tengo que probar este picante. Antes de que llegue la comida ya nos hemos cepillado una jarra entera de agua, lo cual presagiaba lo que iba a pasar. Llega la comida, pruebo una pizquita de curry… y LA LECHE, lo vamos a pasar mal. Me parto el culo, le pido a Beowys (que también ha pedido grado 5) que lo prueben. LO VAMOS A PASAR MUY MAL! Me quema la boca, la garganta, el estómago, QUE INFIERNO. Jason está completamente rojo y sudando a lo bestia.





Yo por mi parte consigo no sudar, pero cada vez que me llevo una cucharada de curry a la boca me parece que está ardiendo, y la salsa está fía. No puedo acabarme el plato, no por el picante (que la verdad sea dicha estaba genial, si te gusta el picante) sino porque tengo el estómago a reventar. Jason y yo nos empezamos a descojonar pensando en lo mal que lo vamos a pasar cuando el curry tenga que “salir” de nuestro cuerpo, NO LO QUIERO NI PENSAR.



Siguiente parada, el local de los billares. Jugamos una partida de cricket, pero aquí tienen las reglas marcadas. Mientras que en el cricket de toda la vida agregas puntos a los demás cuando aciertas en un número que tú tienes cerrado y ellos no, en este te agregas los puntos solo a tu cuenta, con lo que no es ni la mitad de interesante. Randy se las apaña para ganar las dos partidas, Jason y yo estamos sufriendo los efluvios corporales de Piraña y decidimos cambiarnos al billar, encasquetando a Randy de mala manera a Kinya y Beowys.

QUIERO MATAR A LA ESTIRPE ENTERA DE JASON! No se puede tener tanta suerte, será jodío. El tío mete una cantidad de bolas de rebotes absurdos que realmente me desquicia. Pero en plan de que intenta algo, no sale, y después de 3 rebotes, una bola en movimiento cocha con la blanca también en movimiento, y SE METE. Y lo malo es que tiene mucha suerte y lo hace cada dos por tres. Realmente desquiciante. Mientras jugábamos al juego clásico no había problema porque muchas veces metía de rebote la negra y yo ganaba. Pero luego hemos estado jugando con 9 bolas, cosa que yo nunca había hecho. Resulta que la primera bola que tienes que golpear SIEMPRE es la que tiene el número más bajo, y el objetivo es meter la bola 9. Una vez que has golpeado la bola de número menor, de rebote puedes meter cualquier otra, incluida la 9. ME HA PULIDO EL CAPULLO con esa desproporción de carambolas imposibles.

Al cabo de un rato Randy, Kinya y Beowys también se han puesto a jugar al billar (un billar de 3?). Hay una mesa entre nosotros, y desde nuestra mesa tenemos una buena vista de una preciosa nipona magníficamente vestida entrenando solita el juego de 9 bolas. Al poco tiempo la mesa que está al lado de nuestros amigos se queda libre, así que Kinya se acerca para pedirnos que nos cambiemos y así estemos cerca. Vamos a hacer el balanceo de la ecuación: perdemos la buena vista que tenemos, y ganamos un olorcillo… Qué remedio! Nos cambiamos de mesa y casi inmediatamente notamos el “eau de Randy” en el ambiente. Jason sigue con su suerte habitual, pero esta vez la ha cagado brutalmente, pues tenía la última bola en la boca de la tronera y HA FALLADO. Según las reglas que me ha contado, cuando se hace una falta puedes colocar la bola donde quieras, así que la coloco a 3 mm de la bola 9, y en una postura acrobática consigo ganar mi primera partida. Qué lástima que se nos ha acabado el tiempo. Nos toca pagar 600 yenes cada uno… La verdad es que no entiendo esta forma de cobrar, porque si juegan 4 en una misma mesa te cobran 2400 yenes, y si juegan 2 te cobran 1200, ¿no es más lógico cobrar por mesa?

Estoy empeñado en comprarme unas pesas o algo, así que convenzo a Jason para que se venga a Saty que abren hasta las 23:00 (ahora son las 22:40). Salgo del billar y todo decidido me voy a mi bici, meto la llave para desbloquearla… leñe, no funciona! Qué pasa. En esto que Jason me dice: “como concho has hecho para traer tu bici aquí?”. Pienso un segundo, y me doy cuenta de que mi bici está a 1 Km de donde estamos ahora, bien José! Lo único que está abierto hasta esa hora es el supermercado (la planta de abajo), así que nos bajamos a ver que hay, y acabamos comprando medio litro de helado y un bollo la mar de extraño: imaginaros un tronco de árbol en el que ves los anillos de la madera. Pues lo cortáis a modo de sector circular y luego cubrís la parte exterior con chocolate blanco (o sucedáneo). También vemos a NingNing y a Yu (los dos chinos). De vuelta nos vamos partiendo el culo. La verdad es que me lo paso bien con este Iñaki :-). Antes de subir, parada en un portal para zamparnos el helado, ponemos a parir a todo el mundo y nos reímos de la pinta de borrachos que tenemos tirados en medio de la calle comiendo un helado…

En el camino de vuelta he visto algunos grupos de japonesas reunidos… No sé si están de botellón, pero no es la primera vez que lo veo, de hecho veo que es muy común. Se reúnen por la noche como en grupos de 5 a 10 personas en lugares con un mínimo de intimidad. No sé si estarán preparando la caza nocturna, o maquillándose, o bebiendo, o simplemente contándose la vida antes de salir (que supongo que es la opción más plausible). Tengo que recopilar más información.

Cuando estamos terminando nuestro helado “Cuajen Flans” aparecen los tres descarriados y comenzamos el regreso hacia nuestras bicicletas. Antes una parada en los videojuegos, partida a la maquinita del tambor (que le estoy cogiendo el gustillo), Time Crisis 3 y otra de tiros nueva que por aquí está de moda. Después de eso a casita a dormir un poco.

1 Comentarios:

At 2:41 a. m., Anonymous Anónimo said...

So SACRILEGO!!! melonazo, el criket de sumar puntos a los demás, es una vairiante que se llama cuthroat, QUE ERES UN PRIMAVERAS!!!. Sigo leyendo el dia de hoy pero hago notar mi grado de indignación ante tu desconocimiento de un deporte de caballeros como es el levantamiento de pinta en barra fija, digo los dardos...
Ahora si he acertado en el dia correspondiento del blog...

 

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